Arte en la calle. Costa Adeje, Tenerife Sur
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Arte en la calle

Desde los murales realizados por el artista Conrado Díaz a esculturas que cuentan la historia del pueblo.

La historia en los muros de Adeje

Los enamorados del arte no deben perder la ocasión para visitar y admirar los murales que se encuentran dispersos por el municipio de Adeje y cuyo autor es Conrado Díaz Ruíz. En ellos, se narra la historia del pueblo, las antiguas costumbres y se rinde homenaje a los hombres y mujeres que trabajaron duramente en los albores del municipio.

Conrado Díaz Ruiz es un artista afincado en Adeje. Nació en 1965, en Santa Cruz de Tenerife. Estudió en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, contando con profesores como Pedro González, Maribel Nazco o Miguel Arocha. En 1987 acude a Madrid con motivo de la Feria de Arte Arco y entra en contacto con el pintor Antonio Lorenzo. Esta primera fase de su trayectoria está dominada por la abstracción, pero con el transcurrir del tiempo su obra se torna realista. Entre sus influencias se encuentra la del artista Antonio López, así como la colección de dibujos y estudios de figuras de corte clásico de la Academia de San Fernando de Madrid.

Murales de Conrado Díaz Ruíz

Mural

Molino de Arriba

El mural del Molino de Arriba nos plasma dos escenas: un guanche y una mujer con un niño. Ambas nos narran la importancia que tuvo el agua en la zona sur, por su escasez, y cómo se convirtió en núcleo fundamental de toda su historia, pues todo transcurría alrededor de la misma.

Uno de los primeros asentamientos guanches en el sur de la isla, fue precisamente en el llamado “Río de Adeje”, hoy barranco del infierno, su economía se basaba en la ganadería de cabras y ovejas, desarrollándose una trashumancia por todo el territorio, como podemos ver en las pieles con las que se viste el guanche. La caracola que hace sonar, llamada en Canarias "bucio", era una manera común para comunicarse y señal de llamada.

En relación también con el agua, se nos muestra en el mural de la derecha a una lavandera, vestida de época, que se dirige al molino con un fardo de ropa en la cabeza, manera típica con la que la gente de la isla transportaba las cosas.

Adeje fue una de las zonas sureñas más aprovechadas desde el punto de vista agrícola gracias a la presencia de agua. El pueblo de Adeje vivía básicamente de la agricultura, la ganadería y de la pesca. Las prácticas agrícolas se dividían en la parte dedicada al cereal y otra a parrales y huertas, donde se cultivaban verduras, papas, higueras, membrillos y cítricos. Las mujeres hacían gran parte de las faenas de recolección así como de limpieza. Ataviadas con grandes sombreros, pañuelos, camisas largas y faldas bajas, se protegían lo más posible del sol mientras realizaban todas esas labores.

Mural

Las Nieves

El barrio de Las Nieves siempre fue conocido como Barriada de Fyffes, por tratarse de un conjunto de humildes casas de jornaleros, fabricado por la empresa británica para alojar a los trabajadores y sus familias en los años 50. La empresa Fyffes también fue responsable de gran cantidad de infraestructuras hidráulicas que se realizaron en Adeje, para poder aprovechar y conducir las aguas hasta los lugares de cultivo. Prueba de ello la gran cantidad de “tajeas”, tomaderos y embalses, que aún recuerdan el reciente pasado agrícola del municipio.

Mural

Guanches Armeñime

Armeñime o Arbeñime, topónimo de indiscutible origen guanche, que esconde su historia entre bancales, su origen en el barranco, el agua su secreto mejor guardado, un charco que ha caído en el olvido, el Charco del Rey, donde los primeros pobladores del barrio saciaron su sed, igual que los guanches, abundantes en estas tierras, que dejaron su huella escrita en las piedras, en las atalayas abiertas al mar y al horizonte, trozos de cerámicas y obsidianas salpican las tierras roturadas para los cultivos de exportación.

Te emocionarán rincones curiosos como el mirador de Javier Pérez Ramos, escultura en honor a un joven tinerfeño, que en 1998 dio su vida por salvar a una turista en el mar o la escultura del Mencey Guanche Tinerfe el Grande que rinde homenaje al mencey guanche que, según muchas fuentes historiográficas, gobernó unos cien años antes de la conquista de Canarias.

Esculturas

Estatua y Paseo de Javier Pérez Ramos

Reconocimiento a la hazaña más altruista de un socorrista.

La estatua y paseo en memoria del socorrista Javier Pérez Ramos, vecino de Adeje, que dio su vida por salvar a una turista que había quedado atrapada en el mar, se encuentra en el paseo de Costa Adeje. Una ola traicionera apagó de repente su vida cuando tan solo tenía 31 años.

Minutos antes, no había dudado en lanzarse al mar junto a otros compañeros para rescatar a una turista, a la que lograron poner a salvo, mientras a él se lo tragaba el mar. Su cuerpo apareció después de ocho días. Ocurrió en la playa de Bahía del Duque un 31 de marzo de 1998, pero su ejemplo no se lo han llevado ni el viento ni las olas. El 30 de mayo de 2015 se erigió esta escultura, obra en bronce con un busto que recuerda que allí hizo el gesto más generoso del mundo: dar su vida por salvar la de otra persona.

Mencey Guanche Tinerfe el Grande

Rey de nuestros antepasados…

La estatua de Tinerfe el Grande rinde homenaje al mencey guanche que, según muchas fuentes historiográficas, gobernó unos cien años antes de la conquista de Canarias, toda la Isla desde esta zona hasta que sus hijos decidieron independizarse y constituir los diferentes menceyatos que se encontraron los conquistadores a finales del siglo XV.

Es una obra realizada en bronce de la artista Inma Serrano realizada en 2003 y colocada en 2005, presidiendo actualmente, la entrada al pueblo de Adeje.